domingo, 14 de junio de 2009

Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo


«...Jesucristo reside en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía como aliento y vida y también como Rey de los individuos y de las sociedades...» (El Bien oct. 1889, 12-13).

«El Sacramento de la Soberanía de Dios por excelencia es aquel por el cual nuestro Señor Jesucristo, Dios y hombre verdadero, está en medio de nosotros; es el Sacramento de la PRESENCIA REAL de nuestro Redentor...» (Un monumento a la Soberanía de Cristo y de María, pp. 65-66).

«El Sacramento de la Eucaristía, que es el Sacramento de los sacramentos, no sólo es la continuación de la vida de N.S. Jesucristo sobre la tierra, sino también la comunicación continua de esa vida a los individuos y a la sociedad» (El Bien, jul 1889,6).

«Cristo es el Vivificador y Civilizador del universo, por medio de su Soberanía de infinito amor, que le mueve a infundirnos con su Sacramento Eucarístico, su propia vida» (El Bien, jun. 1903,3).

«Por este suavísimo sacramento, se da Jesús enteramente a cada uno de los hombres; les da su cuerpo, su alma, su sangre; su divinidad; y cada uno de los que le reciben, posee verdadera; realmente a todo Jesucristo. ¡Dios por la Eucaristía se hace efectivamente, en toda la extensión de la palabra, posesión de todo hombre, de cada uno de los hombres!» (Paladín de Cristo, p. 115).
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